¿Te ha pasado alguna vez que creías que tenías tus finanzas bajo control y cuando llega el cargo del seguro del coche todo se desestabiliza?, o quizá lo tienes bajo control, pero debes estar un par de meses con el cinturón apretado para conseguir pagar la factura.
Es muy típico pagar estos gastos con el dinero del mes, o de dos meses como mucho, y apretarse el cinturón para conseguirlo. ¿Y si te dijera que hay otra forma de hacerlo sin pasar estrecheces cada vez que venga un cargo de este tipo?
En este artículo te enseñaré cómo hago yo para organizarme con este tipo de gastos y evitar tener que preocuparte por tener el dinero suficiente cada vez que pasan este tipo de gastos.
Consigue una tranquilidad financiera organizando tu dinero y haciendo previsiones de lo que ocurrirá en el futuro. Te explico cómo.
¿Por qué los gastos anuales pueden desestabilizar tus finanzas?
Cuando organizamos las finanzas al día, es decir, lo que ganas en el mes es lo que cubrirá únicamente los gastos de ese mes, hace que puedas llegar a tener problemas para hacer frente a pagos futuros, como un imprevisto o, como hablaremos en este artículo, un gasto que sólo se paga una vez al año.
Es cierto que hay pagos anuales que no van a suponer un gran esfuerzo. Por ejemplo, si adquieres la versión pro de una aplicación y para ahorrar un poco, en lugar de pagar mes a mes, haces un pago anual.
Pero hay otros gastos que son mucho más altos y pueden suponer una parte importante de tus ingresos de ese mes. Te estoy hablando de pagos como el de los seguros de coches, el seguro de la casa, IBI, IVTM y demás… Si se te ocurre alguno más, puedes dejarlo en comentarios.
Y no sólo tienen que ser facturas, también pueden ser eventos. Por ejemplo, el cumpleaños de mis dos hijas es en septiembre, que ademas, coincide con la vuelta al cole. Si no me organizara este tipo de gastos, posiblemente no podría hacer frente a algunas de las obligaciones de esos meses.
La buena noticia es que hay una forma de hacerlo sin agobiarse por tener varios pagos importantes en el mismo mes. Antes de contarte cuál es la forma de organizarlo, vamos a identificar este tipo de gastos.
Cómo identificar los pagos únicos de cada año
Bien, lo primero que debemos hacer es detectar esos pagos que suelen abrir heridas en nuestras finanzas. Para ello te recomiendo que sigas los siguientes pasos:
- Ve a tu banco y haz un filtrado de los movimientos del último año. Lo ideal es que hicieras esto a finales de diciembre o principios de enero, pero si estás leyendo este artículo en otro mes, puedes hacerlo también. En ese caso, coge el rango que va desde el mes actual del año pasado hasta cumplir un año. Por ejemplo, si lo estás haciendo en junio, filtra los movimientos de los meses de julio del año anterior a junio de este año.
- Puedes también hacer un filtro por cantidades. Aunque no recomiendo esta opción si lo que quieres es controlar todos tus gastos anuales. En cambio, si sólo quieres detectar los grandes, puedes filtrar por importes. Por ejemplo, filtra por importes superiores a 300€ si crees que menos de 300€ es una cantidad que puedes afrontar fácilmente en un mes.
- Haz un listado con los pagos que te han aparecido indicando lo siguiente: fecha de cargo (cuando te llega el cobro al banco), tipo de gasto y cantidad.
Una vez que tengas detectados los gastos es momento de empezar a organizarse. Lo vemos a continuación.
La clave: dividir los gastos anuales en cuotas mensuales
Una vez que hemos identificado los gastos que más pueden afectar a nuestras finanzas personales del día a día, es momento de organizarlos.
Para mí lo más fácil es crear un listado donde indiquemos lo siguiente:
- la cantidad total que necesitamos
- en cuánto tiempo queremos conseguirla
- cuál va a ser el método de ahorro
Vamos por partes.
La cantidad total que necesitamos
Esto parece fácil, aunque tiene algunas cosillas que hay que tener en cuenta. Ya hemos detectado esta cantidad al hacer la búsqueda en los movimientos del banco. El problema es que de un año a otro es muy posible que este importe cambie, por eso te recomiendo que siempre lo redondees al alza, y si crees que es fácil que suba el importe, añadas un poco más. Si efectivamente sube de precio, te habrás cubierto las espaldas, y si finalmente no sube, tendrás un remanente para gastar en cualquier otra cosa.
En cuánto tiempo queremos conseguir el dinero
Este punto y el siguiente están relacionados.
Quizá queramos ir poco a poco y no cargar mucho las finanzas los meses anteriores al cobro de la factura. En ese caso te recomiendo que dividas el total del importe entre 12 meses. Ya sabes cuánto tiempo tienes que ahorrar al mes hasta conseguir la cantidad que necesitas.
En cambio, puedes hacerlo únicamente los meses anteriores, dividiendo la cantidad entre el número de meses que te vas a anticipar. Sólo te recomiendo que hagas esto si son cantidades pequeñas.
Cuál va a ser el método de ahorro
Como te decía, este punto está muy relacionado con el anterior. Y es que depende del tiempo de anticipación que hayas elegido.
Método 1
Puedes hacerlo de dos formas. Si eliges ahorrar un poquito cada mes, tendrás que ir retirando ese dinero con transferencias (automáticas a ser posible para evitar despistes) a una cuenta a parte, por ejemplo, una cuenta de ahorro, y así te va generando un poco de dinero extra.
Si te decides por este método, necesitarás sumar todos los importes que debes ahorrar y dividirlos entre los 12 meses. De esta forma sabrás cuánto tienes que retirar cada mes.
Por ejemplo, si tienes que pagar un seguro por 300€ en abril y el IBI en julio por 500€, harías lo siguiente. Suponiendo que empezamos a contar desde agosto (si contamos desde otro mes sería igual pero ajustando las fechas).
El total a ahorrar en el año es de 800€, que dividido entre 12 meses da 66,67€, que redondeamos a 67€. Ahora tenemos que calcular cuál es la proporción del total que va destinada a pagar el seguro y cuál es la que va destinada a pagar el IBI. Para ello dividimos el importe de cada factura entre el total.
Al dividir 300€ / 800€ tenemos 0,375, lo que supone un 37,5%. Y el resto será para el pago del IBI, es decir, 62,5%. Ya sabemos que proporción destinamos a pagar cada cosa.
Ahora, de los 67€ que ahorramos cada mes, multiplicamos por el tanto por ciento. En el caso del seguro, serán 37,5% * 67€ = 25,13 €, mientras que 62,5% * 67€ = 41,87 €. De esta forma, sabemos cuánto tenemos que ahorrar de cada cosa y destinarlo a una hucha diferente hasta llegar al total.
Método 2
En cambio, existe otra forma. Puedes calcular la cantidad que necesitas retirar al cabo del año y en lugar de dividirla entre los 12 meses, puedes ir cubriendo las facturas o gastos que vengan antes.
Siguiendo con el ejemplo anterior: como el total a ahorrar al año serían 800€. Dividimos entre 12 meses para saber cuánto podemos ahorrar cada mes. En este caso serían 66,67€. Por redondear podemos ahorrar cada mes 67€. Lo que haremos será destinar esos 67 a cubrir el importe de la primera factura que nos va a venir (el seguro). En 4 meses tendríamos (268€) casi el total. El quinto mes, cogeríamos la parte que nos falta (32€) de los 67€ y el resto lo meteríamos en la cuenta para pagar el IBI.
Errores comunes al gestionar estos gastos y cómo evitarlos
Algunos error típicos que pueden comprometer tus finanzas son:
- olvidarte de aportar cada mes la cantidad necesaria. Para evitarlo recomiendo hacer transferencias automáticas a una cuenta a parte.
- gastar ese dinero pensando que más adelante se va a reponer. Para mí este dinero es sagrado, y a no ser que tenga absolutamente claro que podré reponerlo, nunca lo toco, porque puede suponerme un disgusto en el futuro.
- No controlar habitualmente el estado de las cuentas. Si lo hacemos, podemos ver con antelación si nos acercamos al objetivo en el tiempo planeado o no. Para esto tengo un control visual que puedes descargar y te ayudará a verlo más claramente.
- Coger exactamente la cantidad que se cobró el año anterior sin tener en cuenta posibles subidas.
Herramientas y estrategias para organizar tus finanzas
Vale, ahora ya tenemos claro qué es lo que debemos hacer. Es momento de ver cómo podemos ponerlo en práctica.
Si me escuchas habitualmente en mi podcast de finanzas personales, Nadires, sabrás que me gusta hacerlo con papel y boli, porque de estar forma somos mucho más conscientes de las decisiones que tomamos, aunque por supuesto, puedes hacerlo también con una hoja de cálculo.
Las aplicaciones no me gustan tanto porque te obligan a seguir un método y no te permiten tener una visión global para tomar decisiones de este tipo.
Si quieres seguir el mismo método que yo, puedes descargar el cuaderno financiero accediendo a mi curso de finanzas personales.
Conclusión: Planificación y disciplina para mejorar tu economía
Planificar tus gastos anuales te ayudará a tener una visión global de tus finanzas, pero sobre todo a evitar sobresaltos y poder hacer frente a los imprevistos que puedan surgir.
Además, llevar esta rutina financiera te ayudará a coger un hábito para controlar tu dinero que no sólo te ayudará con estos gastos anuales, sino a tomar conciencia para gastos futuros.
Si quieres ir un paso más allá, descarga las herramientas que hemos preparado para ti y mira los vídeos en YouTube donde explico cómo aplico estas estrategias en mi día a día.