En el episodio de hoy quiero hablarte sobre las amortizaciones, en esta nueva edición del diccionario económico y fiscal.
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Sinopsis
Con esta sección, intento crear cultura económica. Si tienes un negocio, o quieres montar uno, es una buena excusa para ponerte al día con todos estos términos. La parte económica es fundamental cuando el negocio comienza a funcionar: para hacerlos sostenible y duradero. Y si quieres profundizar en esta información, te animo a que te suscribas a la escuela en su versión Premium, por una suscripción de 10€ al mes.
Como decía más arriba, hoy hablamos de las amortizaciones. Se trata de un término contable que tiene también implicaciones a nivel fiscal. Para entenderlas bien, tengo que remontarme a explicarte un poco qué es el Balance de Situación.
El balance
Venga, vamos a verlo de forma sencilla y clara. El Balance se divide en dos partes: el activo y el pasivo. El activo es todo aquello que tiene la empresa: desde los ordenadores, ratones, micrófonos, móviles, discos duros externos… Como ves, estoy poniendo ejemplos de inmovilizados de un negocio online, para que veas que no es sólo aplicable a grandes negocios, sino a todos. El activo también incluye el dinero que tengamos: tanto si es potencial, por ejemplo, de cursos o productos terminados o a medio hacer, pero que todavía no están vendidos. Y por supuesto, el dinero que tengamos en las cuentas bancarias, o el que tengamos en caja, si tenemos dinero en efectivo.
Por otro lado, el pasivo, incluye las aportaciones iniciales de dinero que hicimos para poner en marcha el negocio. Las deudas que tengamos y alguna cosa más, que podríamos ver en otro momento.
Las amortizaciones
Vamos a centrarnos en el inmovilizado, como he dicho, son esas cosas que hemos comprado para hacer funcionar nuestro negocio. Por ejemplo: un ordenador. Supongamos que nos ha costado 1.000€. Deberíamos incorporar ese ordenador en nuestro activo por valor de 1.000€ y ésto hará que nuestro negocio sea 1.000€ más rico. Pero, ¿qué ocurre al año que viene?, bien, el año que viene, ese ordenador habrá perdido valor, y ya no costará 1.000€, sino 700€, por ejemplo. Pues es a esa pérdida de valor, justo a esos 300€ a lo que llamamos amortización. Y ¿por qué?, porque a nivel contable, debemos coger una parte del precio inicial (esa parte la marca la Ley de Sociedades Limitadas) y guardarlo, de tal forma, que cuando se considere que el ordenador está obsoleto, tengamos una huchita para comprar uno nuevo.
Insisto, con respecto a este tema, hay mucho más que hablar y analizar. Hoy he querido dar sólo unas pinceladas. Si te apetece que siga con este tema, te invito a que me lo propongas.
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