En el episodio de hoy quiero hablarte sobre la forma en que organizo la llegada a los objetivos que me propongo, y lo hago desde un punto de vista muy personal.
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Sinopsis
Mi intención con este episodio es que tengas una visión más amplia sobre las formas de establecer objetivos. Sin duda, no es la única forma, es la mía. Y la comparto contigo, porque muchas veces, viene bien tener otro punto de vista que nos ayude a salir de nuestra propia burbuja. Si quieres profundizar en todos los temas que desarrollo en el podcast, puedes hacerlo suscribiéndote a la escuela en su versión premium.
Hoy es lunes, y tocan preguntas de la audiencia, pero no sé si será por el trancazo que estoy pillando, que ando filosófica. Así que quiero dedicar el contenido de este episodio, a compartir contigo las reflexiones que estoy haciendo últimamente sobre el devenir de mi negocio. Especialmente, después de Navidad y de algunos acontecimientos a nivel personal que han ocurrido.
Emprender es duro. Creo que en eso estamos de acuerdo. Y no sólo porque tienes que buscar tus propios clientes, porque tienes que mantener una facturación que sostenga tu empresa y a tus finanzas personales. Además de todo esto, para mí, emprender es duro porque tenemos que luchar contra nosotros mismos. Luchar con lo que somos, con nuestro yo más profundo. Digamos que emprender, te saca todo lo malo, (también lo bueno, sí), lo pone encima de la mesa, y te dicen «ahora sigue trabajando».
He llegado a un hito importante en los objetivos que me había marcado para mi negocio. Y llego en un momento en el que el resto de mis yo’s, no están equilibrados. He dedicado tanto tiempo y esfuerzo a ésto, que quizá haya descuidado otras partes, igualmente de importantes. Bueno, qué digo, mucho más importantes que mi negocio. Por eso es hora de parar, o al menos, de levantar el pie del acelerador.
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