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El otro día hablábamos de cuando no es suficiente con llevar un control de las finanzas en Excel, porque necesitas ser consciente de las emociones que surgen al tomar decisiones financieras.
Hoy vamos a ver el caso contrario, cuando sabes muy bien qué te pasa por la cabeza cuando vas a tomar decisiones financieras, pero no llevas un control.
Generalmente estos casos son menos graves, y suelen afectar más al ahorro. Como no existe una tendencia grande al consumo, hay más dinero disponible, pero esto puede ser contraproducente.
El dinero parado se enquista.
Necesitamos poner a trabajar nuestro dinero, para generar más dinero. Tenerlo en una cuenta parado no tiene sentido, ya que hará que pierda valor.
Es como acumular objetos en un trastero. Algún día tuvieron mucho valor, pero dejarlos ahí, acumulando polvo, hará que cada vez valgan menos. Incluso si los vamos a usar como antigüedades, ya que no nos estamos preocupando por ellos.
Con el dinero pasa algo parecido. Debe fluir.
Aunque yo no soy experta en inversiones, sí que invierto habitualmente en mi vida. Aquí te dejo algunas recomendaciones
- Invertir en bolsa: tiene un riesgo alto si no entiendes los mercados y te dejas llevar por las emociones.
- Invertir en producto bancarios: ofrecen menos rentabilidad, aunque el riesgo también puede ser menor.
- Invertir en ti mismo: en tu propio negocio, por ejemplo.
El caso es que debe haber un equilibrio entre la parte mental y la parte emocional. Yo te recomiendo que entres en Cultura Económica, para conseguir ese equilibrio. Recuerda que Cultura Económica es mi escuela de finanzas conscientes.