Ya hemos visto que una vez al día es mejor que una vez a la semana, pero también hemos visto que no siempre hay que controlar los movimientos del banco. Vamos a hacer un resumen de las tareas que debemos llevar a lo largo del año para llevar un buen control financiero.
Rutina diaria
Lo ideal sería llevar un control diario de los movimientos del día anterior o de ese mismo día, dependiendo de cuándo se haga el control. Te cuento. Lo ideal es seguir presupuestos, es decir, asignar una cantidad de dinero a una serie de categorías que hacemos nosotros mismos. Por ejemplo: gastos de casa, deudas, ahorro, alimentación, ocio, suscripciones, etc…
De esta forma sabemos cuánto dinero nos hemos gastado y cuánto nos queda disponible para gastar en cada categoría.
Viendo esta información en números diariamente, somos más conscientes del dinero que tenemos disponible y de lo que hemos gastado ya.
Rutina semanal
Una vez a la semana está bien comprobar cómo está la posición global del mes y cuáles son los próximos gastos que quedan pendientes y si tenemos saldo suficiente para cubrirlos sin entrar en deudas o tirar de ahorros.
Rutina mensual
Cada mes, y justo el mismo día que recibimos nuestros ingresos, debemos llevar a cabo las siguientes tareas:
- Establecer una cantidad fija para cada una de nuestras categorías en función del gasto los meses pasados y la cantidad disponible este mes.
- Apartar el dinero presupuestado para provisiones. Las provisiones son como huchas que sirven para pagar cosas que nos cobran una vez al año, como por ejemplo los seguros, o para ahorrar para planes futuros. Te cuento más sobre las provisiones aquí.
- Llevar un calendario con los eventos del mes y qué día nos pasarán cada gasto (así tenemos bien controladas nuestras suscripciones y otros gastos que no suelen pasar a primeros de mes).
- Seguir el plan para reducir deuda que nos hayamos propuesto a comienzo del año.
Rutina anual
Una vez al año, a mí me gusta hacerlo en enero, todo comienza de cero. Las tareas que me gusta hacer en este momento son las siguientes:
- Establecer nuevos objetivos: crear fondos de emergencia, invertir, reducir deuda y por cuál empezar, etc…
- Establecer el nuevo sistema: si vamos a usar una hoja de cálculo, un papel, una app, o bien una agenda digital. Pero tenerlo claro para mantener toda la información en el mismo sitio.
- Hacer resumen de la situación del año que acaba de terminar. Esto lo podrás hacer fácilmente si ya has llevado un registro de tus finanzas. Si empiezas de cero te recomiendo que obvies este paso, pero no te lo saltes el año siguiente.