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Economista Holística

172. Por qué no me gusta el time blocking

20/02/2019
El motivo por el que me cambio a las listas de tareas

En el episodio de hoy quiero hablarte sobre por qué no me funciona el time blocking y sí voy a utilizar listas de tareas para organizar mi tiempo.

Antes de comenzar con el tema, quería compartir contigo el nuevo servicio que voy a ofrecer en Economista Holística. Se trata del servicio de gestoría fiscal. Muchos me lo habíais pedido en alguna ocasión, y tras mucho pensar, he decidido dar el salto a la asesoría. Si te interesa que llevemos juntos tus temas fiscales, puedes escribirme. Sólo voy a coger a diez clientes en este área de negocio y ya tengo algunos apalabrados. Y ahora sí, vamos con el tema de hoy.

Inconvenientes del time blocking

Los fundamentos del Time Blocking dicen que debemos generar bloques de tiempo con una actividad concreta a desarrollar en ellos. Es la forma de centrarte en lo que hay que hacer y no divagar entre los infinitos estímulos a los que nos enfrentamos cada día.

Bien, esto suena bien. De hecho, cuando conocí el sistema me encantó. Pero creo que los sistemas tienen que seguir encantando pasado el tiempo, cuando ya no es todo novedad. Y esto no es lo que me ha ocurrido con el time blocking.

Uno de los inconvenientes es que es inflexible, o si lo hacemos flexible, deja de funcionar tan bien. Vamos por partes.

El time blocking es inflexible

Por mucho que dejes espacio entre bloques para poder acabar bien tareas, o que puedas mover bloques cuando surgen imprevistos, tienes unas horas asignadas a una cosa. No hay más que hacer. Te sientas inspirado o no. Tengas ganas de hacerlo o no. Esa es su hora, y no lo dejes pasar, porque más adelante tendrás horas asignadas para todo, sea cual sea el estado que tengas ese día.

Hacer el time blocking flexible es muy peligroso

Bueno Nuria, no hace falta ser tan tajante, dirás. Podemos flexibilizar los bloques. Sí, así es. Y de hecho es lo que he hecho durante los últimos meses. Flexibilizar bloques. Al principio bien, pero después, me di cuenta de que había entrado en una rueda que se centraba en mover bloques de unas semanas a otras, postergando tareas. Incluso algunas, se han perdido entre la maraña de colores que tenía mi Google Calendar.

Qué estoy usando en la actualidad

Bueno, soy consciente de que no es la panacea, y quiero que tú también lo seas. No te voy a contar un truco maravilloso que te haga ser la persona más productiva del mundo en cuestión de segundos. Tampoco es mi intención. Simplemente quiero compartir lo que estoy haciendo yo últimamente, y que me está funcionando mejor que el método anterior.

¿Inconveniente?, todavía no llevo el suficiente tiempo como para decir que esto funciona a las mil maravillas.

Lo que uso es la aplicación de tareas de Google que viene integrada en Gmail. En ella he creado varias listas: una por mes y otra por cada día de la semana. En las primeras voy poniendo las cosas que quiero sacar adelante ese mes, y en las segundas, voy organizando el trabajo que tengo que sacar adelante cada semana.

Los correos los muevo a la lista del día correspondiente, y los archivo en gmail para tener inbox 0. Cuando haces ésto, te sale una nueva tarea con el asunto del correo, que luego puedes editar, y debajo, una especie de archivo adjunto que te lleva directamente al correo.

Ya sabes que me gusta mucho tener todas las herramientas centralizadas, y de esta forma, sin salir de gmail, tengo el calendario y las cosas que tengo que hacer en un mismo sitio.

Trabajar con tareas no es perfecto. También me pasa que hay tareas que voy moviendo de lista en lista, pero de momento, me agobia menos que el hecho de trabajar a contrarreloj, como con el time blocking, y consigo sacar adelante la gran mayoría de cosas que me propongo.

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