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Economista Holística

110. Costes fijos, costes variables

27/08/2023
Cuales son los tipos de costes de tu negocio

En el episodio de hoy, te cuento cuál es la diferencia entre costes fijos y costes variables, y cómo deben estar repartidos en un negocio.

Con este podcast pretendo ayudarte a mejorar un poco esa mentalidad empresarial que todos necesitamos. Y si todavía quieres más contenido, puedes ver los cursos que saco cada semana en la Escuela Negocios.

Introducción a los costes fijos y los costes variables

La estructura de costes es fundamental para cualquier negocio. Si estás comenzando es todavía más importante. Debemos tener cuidado de no saturarla y, comernos los ingresos. Para que esto no ocurra, debemos diferenciar entre costes fijos y costes variables. Todos los negocios tienen ambos tipos de gastos. Aunque, depende del tipo de negocio, tendremos más de un tipo o de otro.

Definición de costes fijos y costes variables

Vamos a ver definición básica para que puedas diferenciarlos.

Digamos que los costes fijos no dependen directamente de la producción e incurriremos en ellos haya facturación o no. Esto supone un problema si nosotros cargamos de costes fijos sin haber validado la idea de negocio. Incluso aunque esté validada, grandes empresas como Inditex, trabajan cada día para disminuir estos tipos de costes.

Por otro lado, los costes variables son los que pagaremos si hay producción. De esta forma, podremos incluirlos en el precio y el soporte para nuestra empresa será menor.

Como ves, el tema de los costes es todo un mundo. En función de la estructura que tengamos, podremos llegar antes o después, incluso no llegar, a la estabilidad en nuestro negocio. Debemos ser cautos a la hora de generar costes en nuestra empresa y llevar un equilibrio entre la inversión excesiva y la no inversión. Ambas situaciones pueden ahogar nuestro negocio. En un caso por exceso de gastos, y en otro por falta de posibilidades de crecimiento.

Diferencias Clave entre Costes Variables y Costes Fijos

Ahora que ya sabemos diferenciar entre estos tipos de costes, vamos a ver más detalladamente cada uno para poder identificarlos en nuestro negocio.

Cómo detectar los costes fijos en tu negocio

Piensa en esos costes que tienes que pagar incluso cuando te vas de vacaciones. Esos son los costes fijos.

Fíjate en la importancia de mantener estos costes, ya que tendrás que pagarlos siempre, te vaya bien o no en tu negocio.

En España hay costes que no vas a poder evadir, por ejemplo la cuota de autónomos, que aunque por definición no es un coste, en términos prácticos sí llega a serlo. Otro coste fijo será el pago del local y los mínimos de suministros, si tu negocio necesita un sitio físico para desarrollarlo.

Consejos para mantener a ralla tus costes fijos

Un ejercicio interesante que te dará una perspectiva sobre la situación de tu negocio es hacer un listado de los costes fijos que tienes. Ya sabes cómo detectarlos, así que ahora es momento de hacer un listado para identificarlos e incluir la cantidad que supone cada uno de ellos.

Una vez que tengas este listado, suma el total y compáralo con los ingresos medios que tiene tu negocio. Esto te dará una idea de la viabilidad económica de éste. Para hacerlo, divide el total de costes fijos entre el total de ingresos y multiplica por 100. Cuanto más cercano al 100% más ahogado estará tu negocio.

Es momento de identificar de cuáles se puede prescindir o cuáles se pueden sustituir por otros proveedores más económicos.

Cómo detectar los costes variables en tu negocio

Ya hemos dicho que los costes variables sí dependen directamente de la producción. Te voy a poner un ejemplo para que se entienda bien.

Imagina que tienes una tienda en la que vendes sombreros hechos a mano. La compra de todos los materiales que necesitas para elaborar tus sombreros (materias primas) son los costes variables. Como es lógico, no los compras cada vez que vendes un sombrero, pero sí intentarás ajustar la compra a la cantidad de sombreros que se vendan en la época en la que estás, de esta forma ahorrarás en costes de almacenamiento.

De esta manera, en temporada alta, posiblemente estos costes se disparen, pero también lo harán las ventas, por lo tanto se compensa. En cambio, en temporada baja, quizá no necesites llegar a comprar más materias primas, ya que puedes tirar el stock de producto terminado o producto por terminar que te haya quedado de la temporada alta.

Ahora bien, el precio de tus sombreros debería ser directamente proporcional al coste de las materias primas. No es lo mismo vender un sombrero con materiales naturales, que uno con materiales sintéticos. El primero debería tener un precio más elevado, ya que la materia prima, posiblemente sea mucho más cara.