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La forma mejorar tu salud financiera no sólo parte de conocer el estado de tu dinero y tus deudas, sino de saber cómo te relacionas con el dinero. De hecho, para mí, es la parte más importante.
De poco sirve saber gestionar tus finanzas en el papel, o el Excel, si a la hora de la verdad te traicionan tus emociones. Esto es como fumar o alimentarse bien. Todos sabemos que fumar es malo para tu salud, y que ir de forma frecuente a restaurantes de comida rápida puede tener consecuencias en tu metabolismo y tu peso.
Con las finanzas pasa lo mismo. Si emocionalmente tienes una carencia que vuelcas en el dinero, gastarás mucho más de lo que debes, aunque sepas que no es aconsejable hacerlo.
De la misma forma que si tienes miedo a quedarte sin nada y ahorras de forma compulsiva, tendrás mucho dinero que, posiblemente se reduzca en periodos inflacionarios, y nunca llegues a invertir de forma inteligente por miedo a perderlo todo.
Vamos a ver, por orden de importancia los pasos que debes seguir para conseguir una salud financiera:
Pasos para mejorar tu relación con el dinero
A continuación, te expongo los 5 pasos que necesitas, en mi opinión, para conseguir una salud financiera.
Trabaja tu Inteligencia Financiera
Ya lo hemos dicho, todo parte de tu mentalidad, y si eso no está solucionado, de poco te sirve ser el mejor gestor.
Por eso, te propongo que trabajes tu inteligencia financiera, desde la parte emocional, claro. Para ello te recomiendo que hagas el reto que compartí en mi canal de YouTube hace un tiempo. Hazlo día a día, y vete escribiendo tus reflexiones. Te ayudarán un montón a analizar qué es lo que está ocurriendo en tu salud financiera.
Salvar el futuro: ahorro
Ahora ya que hemos trabajado el interior, es momento de hacerlo desde el exterior, y la primera parte es a través del ahorro.
Todos sabemos que ahorrar es bueno para nuestra salud financiera, pero en ocasiones se hace muy difícil. Esto suele ser porque las decisiones de consumo están orientadas a la satisfacción inmediata, o a conseguir cosas que realmente no necesitamos.
Aun así, llevar una rutina mensual de ahorro, por poco que sea, es posible, si eres constante y tienes fijos tus objetivos, estoy segura de que lo conseguirás.
Te dejo por aquí algunos episodios de mi podcast donde hablo de este tema y queqe seguro te interesarán:
Salvar el presente: gastos fijos
Los costes fijos nos ahogan. Son esos que hay que pagar siempre, y eso hace que nuestros ingresos disminuyan totalmente, incluso aunque no hagamos un gasto real. Es por este motivo que debemos reducirlos al máximo. Es mi gran objetivo cada mes, sobre todo en los que la situación requiere más estrecheces.
En una economía familiar, los costes fijos son los que pasan cada mes, sí o sí. Por ejemplo, la hipoteca o el alquiler, internet, suscripciones a plataformas de streaming, etc…
Como la cantidad que hay que pagar es «obligatoria» y casi siempre la misma, hace que tengamos poco margen de maniobra. La luz y el gas posiblemente no tengan el mismo importe cada mes, pero es posible que se parezca, al menos en meses similares. Podemos jugar para evitar aumentar el gasto, pero el margen de maniobra es muy pequeño, a diferencia de los costes variables.
Igual que antes, te dejo por aquí algunos recursos (aplicados a negocios, pero te pueden dar una perspectiva en tus finanzas personales) para que sepas exactamente qué puedes hacer con ellos:
Mejorar el presente: gastos variables
Aquí es dónde empieza el juego, al menos a corto plazo. Es el lugar donde podemos mejorar nuestra salud financiera.
Si hablamos de finanzas personales, son todos esos gastos que se pueden modificar a lo largo del mes. Los más importantes: alimentación y gasolina (aunque este último casi se está convirtiendo en un gasto fijo). Eso sí, nos referiremos a ellos como gastos SIEMPRE NECESARIOS.
Si hablamos de finanzas de un negocio, hablamos de gastos que sólo se van a generar si tenemos una venta.
Por aquí te dejo más información sobre este tema:
Disfrutar el presente: gastos variables innecesarios
Por último, hablemos del disfrute. En mi opinión, los mejores regalos de la vida NO cuestan dinero, pero es cierto que de vez en cuando apetece pegarse un caprichito que sí implica un gasto financiero. Aquí entran en juego los gastos variables innecesarios. No los necesitamos para vivir, pero oye, nos alegran la vida.
Obviamente, para tener una salud financiera, no deben ser muy altos, y dependiendo de tus objetivos, incluso habrá meses en los que no haya.
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